Recuerdos de un instante by Tania López

autor:Tania López
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 2016-02-21T23:00:00+00:00

CAPÍTULO 22

Un camino lleno de coches no era lo que Ángel esperaba cuando Álvaro le dijo que tenía que estar en el Café Central a las doce de la mañana. Tampoco pensaba que iba a haber tanto tráfico al ser miércoles. Aparcó en un hueco que quedaba cerca del local. Cerró el coche y corrió hasta la puerta de la cafetería. Su mánager le esperaba con el rostro preocupado y con una carpeta en las manos. No tenía dudas de que el joven estaba enfadado. Y sabía que cuando le dijera lo que le quedaba por hacer, tendría todo el derecho a negarse porque le había prometido el día libre, pero esperaba que acabara cediendo como siempre.

—Ya me tienes aquí. ¿Qué quieres? Decidimos que hoy iba a descansar.

Álvaro suspiró. Quizá sí se había pasado con el actor. Quería que tuviera la mejor promoción posible durante el rodaje, para que la película a la hora de estrenarse fuera un completo éxito en taquilla. Solo se preocupaba por su carrera, si se despistaba podía hundirse como le había pasado a una gran cantidad de actores e iba a hacer todo lo posible por conseguir que llegara a lo más alto.

—¿Estás dispuesto a sacrificar un rato de tu mañana? Me han llamado de esRadio y de la Cadena SER.

—¡Joder! ¡Venga ya! Tenía planes con mi hermana. Espero que merezca la pena el sufrimiento.

El mánager sonrió. No le había costado convencerlo. Era un buen chico y se lo demostraba la mayoría de las veces, lo único que le hacía falta cambiar era llegar puntual a los castings y tener paciencia para aguantar las entrevistas de los medios de comunicación, pero al final acababa cediendo.

—Si te preguntan por las chicas, ¿ya sabes lo que tienes que decir, verdad?

Ángel aguantó la respiración.

—Si me preguntan por mi vida privada, me largo.

—Ni hablar. Limítate a cambiar de tema.

Entraron en la cafetería, lo normal habría sido hacer la entrevista en la sede de esRadio, pero al locutor le encantaba hacer las entrevistas en el Café Central y le pidió el favor de hacerla allí dentro, lo único que esperaba era que nadie los interrumpiese. Era consciente de que todos los actores no tenían la misma fama, ese poder de ser popular y que el resto de personas lo parase por donde fuera, pero se pondrían en una esquina y sabía que Álvaro no dejaría pasar a nadie.

—Allí está, se llama Andrés Vázquez y es muy bueno en su trabajo. ¡Trátalo bien, serán solo quince minutos! —le aseguró Álvaro.

El chico se mordió los labios. Al principio de su carrera había disfrutado de la publicidad y de los medios, pero tras cinco años estando en el centro del huracán, quería que respetaran su intimidad. En otras ocasiones el comentario más tonto se repetía fuera de contexto. Estaba seguro de que aquel periodista era diferente y estaba interesado en la película, no en su vida personal, si había algo que le gustaba de Álvaro era que siempre miraba por su bien. Se acercó a Andrés y lo saludó.

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